Prueba a tomar la imagen incluyendo una tarjeta para medir la temperatura de color. Es una variable importante.
Hablando de color no es que sea una variable importante, es que es la variable determinante.
Habitualmente no lo hacemos, incluso cuando lo sabemos -entiendo que no todo el mundo tiene que conocer cómo funciona el balance de blancos en las cámaras digitales (exactamente como en el vídeo antes incluso de la era digital) y que para un uso generalista no profesional, el WB automático o las diferentes opciones suelen/pueden funcionar razonablemente bien- por comodidad, por pereza (mi caso) o por la razón que sea.
Pero cuando lo he leído aquí ahora he vuelto a pensar lo que muchas veces: es uno de los aspectos más desconocidos con diferencia. Y quien busca la perfección (o al menos lo más cercano) y la fidelidad en los tonos, debería molestarse en adquirir un hábito que es rutinario por ejemplo en las grabaciones de vídeo profesionales desde que el vídeo es vídeo (y en las sesiones de foto profesional desde que la foto es digital): hacer un balance de blancos manual previo según las condiciones de luz, naturales o artificiales (que necesariamente debe repetirse si se cambia de lugar y condiciones. Y por supuesto, de cámara).
Esa es la única y la mejor garantía para hacer las cosas correctamente respecto al color. Y muchas veces uno lee pruebas y comentarios sobre la importancia de otros parámetros en las especificaciones de vídeo de un modelo concreto, pero poco o nada sobre la importancia de hacer ese balance de blancos específico y determinante.
Igual de necesario y determinante para foto que para vídeo.