Recientemente me acerqué hasta la playa del Sablón, en Asturias, a poco más de media hora de casa y disfruté de la marea, de los hitos paisajísticos que ofrece este rincón de la costa y como no de las posibilidades del gran angular. Qué suerte tener tanta belleza al alcance de la mano
	
		
			
		
		
	
				
			 
	 
			 
			 
			 
			 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		
 
 
		 
 
		