Hola, compañer@s
Mi anterior fotografía retrataba a un par de caballos que había en los alrededores de la Feria del Caballo que se celebró recientemente en Friol, Lugo. En esta ocasión recurrí a una localización que he empleado en varias de mis fotografías, un banco de piedra que hay en uno de los laterales del recinto ferial. Todo él, banco y recinto, de sólida pero humilde construcción (la funcionalidad es y debe ser lo importante en estos casos) pues de todos es sabido que los en los pequeños ayuntamientos nunca sobra el dinero. En cualquier caso es un lujo tener un recinto así en este pequeño pueblo lucense. Ya son varios los habitantes del pueblo que he podido retratar en este banco y siempre que subo a cualquier feria paso en distintas ocasiones por ahí. Esta vez me percaté de que uno de los protagonistas de mi fotografía tenía un problema de visión, de modo que esperé hasta que el cuarteto me vio (con la D810 no se pasa desapercibido) y cuando obtuve su aprobación tácita realicé la fotografía, despidiéndome con un saludo de ellos, el título puede parecer que suene a mofa, pero todo lo contrario, aprecio en extremo a la gente del rural y me parece mucho más auténtica y confiable que aquellos a los que fotografío en mi deambular por las ciudades.
Nikon D810
Nikkor 50mm f/1.4 G AF-S
f/2 (ya, ya lo sé, afortunadamente no arruinó en absoluto la toma)
1/1250
ISO 64
Un saludo,
Mi anterior fotografía retrataba a un par de caballos que había en los alrededores de la Feria del Caballo que se celebró recientemente en Friol, Lugo. En esta ocasión recurrí a una localización que he empleado en varias de mis fotografías, un banco de piedra que hay en uno de los laterales del recinto ferial. Todo él, banco y recinto, de sólida pero humilde construcción (la funcionalidad es y debe ser lo importante en estos casos) pues de todos es sabido que los en los pequeños ayuntamientos nunca sobra el dinero. En cualquier caso es un lujo tener un recinto así en este pequeño pueblo lucense. Ya son varios los habitantes del pueblo que he podido retratar en este banco y siempre que subo a cualquier feria paso en distintas ocasiones por ahí. Esta vez me percaté de que uno de los protagonistas de mi fotografía tenía un problema de visión, de modo que esperé hasta que el cuarteto me vio (con la D810 no se pasa desapercibido) y cuando obtuve su aprobación tácita realicé la fotografía, despidiéndome con un saludo de ellos, el título puede parecer que suene a mofa, pero todo lo contrario, aprecio en extremo a la gente del rural y me parece mucho más auténtica y confiable que aquellos a los que fotografío en mi deambular por las ciudades.
Nikon D810
Nikkor 50mm f/1.4 G AF-S
f/2 (ya, ya lo sé, afortunadamente no arruinó en absoluto la toma)
1/1250
ISO 64
Un saludo,