Admitido por los propios vallisoletanos, no se promocionan lo suficiente las maravillas de su ciudad.
A escasos metros de la plaza Mayor y la calle Sierpes, se encuentra el pasaje Gutiérrez, una obra impresionante de la que no encuentran ni un triste cartel que te lo indique.
En la foto se aprecian tres de las cuatro alegorías que rodean a la estatua de Mercurio, así como las lámparas y la ornamentación del mismo.
Rivalizando en belleza con los más grandes de Milán o París, este pequeño tesoro fue construido casi a espaldas del Ayuntamiento y una vez terminado y sorprendidos todos, no supieron que hacer con el. Y así se quedó.
Sin luz, no hay nada.
A escasos metros de la plaza Mayor y la calle Sierpes, se encuentra el pasaje Gutiérrez, una obra impresionante de la que no encuentran ni un triste cartel que te lo indique.
En la foto se aprecian tres de las cuatro alegorías que rodean a la estatua de Mercurio, así como las lámparas y la ornamentación del mismo.
Rivalizando en belleza con los más grandes de Milán o París, este pequeño tesoro fue construido casi a espaldas del Ayuntamiento y una vez terminado y sorprendidos todos, no supieron que hacer con el. Y así se quedó.

Sin luz, no hay nada.