Me gusta ese pasillo en zig-zag de luz entre tanta sombra, el niño alineado con las ventanas y su expresión, no sé si de asombro o bostezo, marcando la distancia con la persona del fondo, las fachadas contundentes, unas iluminadas y otras en penumbra, como teclas de un piano... Y el aire que respira por arriba y abajo la composición!