Pues allá vamos. Aquí va lo que vimos y disfrutamos de nuestro propio San Juan familiar. Siempre lo diré, tenemos la inmensa suerte de vivir en un paraíso natural a tiro de piedra. Salimos de casa caminando a las ocho de la tarde, recogimos "leña" hasta las nueve, encendimos la hoguera, cocimos chorizos y longanizas, bebimos 1906 y Fanta Tutifrutti (mandacarallo) y aguantamos hasta las 12:00 para quemar nuestros deseos y malos hábitos (y otros que quemaban apuntes... y el cielo que parecía arder por todos nosotros). Por tercer año, y sigue siendo una noche muy especial para nosotros (y hoy por la mañana lavándonos la cara con el agua de las hierbas que espantan, o deberían, todos los males).