La espera

Hola, compañer@s

En la fotogénica estación de Sao Bento, que últimamente creo que ha salido un par de veces por aquí. No me extraña, suelo pillar siempre en Oporto un hotel cerca de la estación, madrugo y me voy para allá, a veces capto a los que regresan a primera hora a casa después de una noche de fiesta, otras veces a los que llegan para iniciar su jornada laboral, las más en realidad sólo a gente de edad avanzada (mis favoritos, siempre) despistada deambulando entre los andenes. En la foto de hoy un chico que simplemente aguardaba la salida de un tren demorado, impaciente ya porque en la hora que estuve por allí le habían retrasado dos veces el que era su salvoconducto para, quizás, huir de la ciudad...

Fuji X-T5
Fujinon XF 56mm f/1.2
f/1.4
1/800
ISO 125

Un saludo,

 

[minitt]

Sí, esa sería otra fotografía, centrándonos en el chico, pero la foto la realicé desde una distancia moderada porque quería darle protagonismo a las columnas. Después el chico se puso a mirar el móvil y ya no me pareció interesante la imagen, así que no hice más fotos. Si me hubiera acercado más a él, con el 56mm montado, el tren habría desaparecido de escena, efectivamente. Gracias por comentar.

Un saludo,

Pues mal hecho

 

[asueto]

Foton foton !! Es una de esas fotos que te da el subidon despues de tantos viajecitos a "pillar" ....y piensas hoy si !!! un acierto la foto en color
Saludetes desde la Capital del Turia

Pues sí, toda la razón, porque ese día poco más cacé, la verdad...iba con mi mujer y apenas pude pararme a hacer fotos, sólo de mañana cuando estuve solo.

Un saludo,

 

[Roberto Farriol]

Excelente.!!! El encuadre preciso y el formato alargado no solo exaltan la verticalidad de los pilares, sino que arrastran la mirada hacia el corazón del túnel como quien se adentra en una galería de recuerdos.

Allí, en la penumbra equilibrada entre verdes, grises y amarillos, se instala una atmósfera que despierta una delicada nostalgia. La escena parece contener una promesa de movimiento: como si un tren se encontrara a mitad de camino de algo.

En esa ambivalencia, el tiempo no transcurre; se repliega. Este lugar no es simplemente un espacio físico, sino una grieta en el tiempo, una estación intermedia donde algo —quizás nosotros mismos— duda entre partir o quedarse.